El pasado 3 de diciembre, víspera del segundo domingo de Adviento, dos frailes dominicos del Vicariato Pedro de Córdoba de la Provincia de Hispania fueron ordenados como diáconos en la Basílica de San Vicente Ferrer en Valencia: Fr. Diego Alejandro Rojas, O.P. y Fr. Eleandro Emilio Pérez, O.P.
La celebración fue presidida por Mons. Javier Salinas Viñals, obispo auxiliar de la Archidiócesis de Valencia y contó con la presencia de fray Jesús Díaz Sariego, Prior Provincial de la Provincia de Hispania, a quien correspondió presentar a los ordenados para el orden del diaconado. En la ceremonia participaron también los miembros de la Comunidades de la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer (El Pouet) a la cual están asignados Fray Diego y Fray Eleandro, y la Comunidad del Estudiantado del Real Convento de Predicadores de Valencia. Asistieron también una gran cantidad de allegados a los ordenados incluyendo frailes de otras comunidades de la Provincia de Hispania, familiares, amigos y otros miembros de la Familia Dominicana. La ceremonia fue transmitida en directo por YouTube para que pudiera ser seguida desde otros países, especialmente aquellos lugares de donde provienen los nuevos diáconos y donde residen sus familiares y conocidos: Colombia, Cuba, Estados Unidos y República Dominicana.
Un representante de la Fraternidad Laical Dominicana en Valencia, D. Dionisio P. Yáñez, dio inicio a la celebración saludando a todos los presentes y a quienes se unían a la ceremonia de forma virtual, haciendo especial mención de los frailes de los Vicariatos Pedro de Córdoba y Antón de Montesinos. Nos recordó que el signo distintivo del oficio de diácono es aceptar el compromiso de asumir el seguimiento de Jesús con más exigencia en esa actitud de humilde servicio que modela toda su forma de pensar y actuar. Este servicio se expresa concretamente en varios ámbitos: en el servicio de la Palabra, en el cual se sumerge con asidua lectura y estudio diligente para proclamarla y anunciarla; el servicio de la caridad, en la entrega material y espiritual a los más necesitados; y el servicio de la liturgia, en la administración del sacramento del bautismo y el matrimonio, además de otros actos del culto.
En la homilía, Mons. Salinas Viñals recordó a los nuevos diáconos la importancia de ser constituidos como mensajeros del Evangelio, porque la Palabra es el signo mediante el cual escuchamos al Dios que nos habla y que, como ministros, son un referente al inicio de la Iglesia. Por ello, los exhortó a cuidar la Palabra y a dejarse transformar por ella constantemente, puesto que el diácono presta su voz para que Dios hable. También los animó a volver siempre a las preguntas que se hacen en el Rito de Ordenación como una guía para el futuro que sirven de ayuda para mantener vivo el compromiso de su ministerio.
Antes de la bendición final, el Prior Provincial tomó la palabra para dirigirse a los nuevos ministros, agradeciendo a Dios en nombre de ellos «por el sueño que tiene para vosotros», y por todos aquellas personas que anidan en sus corazones y que los seguirán ayudando a realizarlo y motivarlos a enseñar y practicar con fe viva la Palabra de Dios.
Después de la ceremonia, la comunidad del Convento San Vicente Ferrer sirvió como anfitriona para un pequeño ágape en el patio del Colegio adjunto a la Basílica. ¡Enhorabuena a nuestros hermanos!
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